#: locale=es
## Hotspot
### Tooltip
HotspotPanoramaOverlayArea_23EFD206_2C12_8286_4199_49266D148311.toolTip = Baños Termales de La Malahá
HotspotPanoramaOverlayArea_26212EB6_2BF7_8386_41C5_674210ACC872.toolTip = Las cruces y arroyo de frontilin
HotspotPanoramaOverlayArea_7A58FEF3_69FC_9AB4_41C9_DA37E9CA254E.toolTip = Mirador
HotspotPanoramaOverlayArea_7AC349BE_69D3_E6AD_41C8_BF0D2B3ABA6C.toolTip = Salinas de la Malaha
HotspotPanoramaOverlayArea_7A246654_69FD_ADFC_41C6_E65F103925FD.toolTip = Torreón y puente romano de La Malahá
## Media
### Título
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panorama_7B331CD6_69F4_7EFD_41CE_E32A3BAA668E.label = la malaha
album_7B02C3D3_69FC_AAFB_41D5_72ED86D8C5E5.label = Álbum de Fotos 1-1303
album_7AD79970_69FC_A7B4_41D0_7518DF572F3F.label = Álbum de Fotos 1-1305
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album_7AFDEAE3_69FC_7ADB_41D8_3BF39880C542.label = Álbum de Fotos 1-1311
## Tour
### Descripción
### Título
tour.name = La Malahá
## Ventana
### Cuerpo
htmlText_3D0026F0_2C12_839A_4194_E791AB64A7C2.html = El Puente y el Torreón presentan una notable escasez de referencias históricas, lo que dificulta precisar con exactitud su época de construcción. Aunque su origen no está claro, ambas estructuras comparten características constructivas, como el uso de calcarenita y arenisca, materiales abundantes en la comarca del Temple. El puente, cuya función era permitir el cruce del arroyo Salado, está hecho con los mismos materiales que el torreón y los muros de las salinas cercanas.
El Torreón cumplía una función esencial en la gestión de las salinas, actuando como noria para extraer agua de la capa freática y elevarla mediante un sistema de canales que la distribuía hacia las instalaciones de las salinas. Esta estructura tiene una planta circular de seis metros de diámetro y alcanza una altura aproximada de ocho metros. Su construcción se realizó con sillares de mampostería de arenisca extraídos de las canteras del municipio vecino de Escúzar.
Hoy en día, los visitantes pueden recorrer las salinas, conocer su antiguo funcionamiento y admirar la riqueza arqueológica concentrada en esta zona, que ofrece un testimonio valioso del pasado histórico de la región.
El complejo termal de La Malahá se alimenta de manantiales cuyas aguas mineromedicinales han sido valoradas desde tiempos remotos, como lo demuestran los restos arqueológicos hallados en la zona. Estas aguas, con una temperatura constante de 28 ºC, están clasificadas como sulfatadas cálcicas, cloruradas y bicarbonatadas, y en su época de funcionamiento, hasta 1942, se recomendaban para tratar afecciones como reumatismo, catarros crónicos, anemias y trastornos de ansiedad. Sin embargo, el antiguo balneario fue demolido en 1987 debido a su avanzado estado de deterioro.
El actual complejo, desarrollado por iniciativa del ayuntamiento, ocupa una superficie de 7.200 metros cuadrados en una zona de protección especial. Durante su construcción, se llevaron a cabo excavaciones exhaustivas que revelaron importantes vestigios históricos, como una pileta romana, silos de una almunia, la bóveda de un antiguo hammam y una alberca árabe. Estos hallazgos han sido meticulosamente conservados e integrados en el entorno, ofreciendo a los visitantes una ventana abierta al pasado.
Hoy en día, el complejo cuenta con tres piscinas de agua caliente, dos de agua fría, vestuarios, jardines y un restaurante. El espacio ofrece una experiencia que combina el ocio, la salud, el deporte y la gastronomía, en un entorno histórico que permite disfrutar tanto de los avances modernos como de un valioso legado arqueológico.
En la localidad de La Malahá, se erige un calvario compuesto por tres cruces que evocan la tradición del Vía Crucis, vinculado a la historia del lugar desde el siglo XVIII. La cruz central, restaurada recientemente, es de piedra caliza amarilla y se distingue por su sencillez y antigüedad, rememorando el recorrido original que se extendía por la zona. A su lado, dos cruces modernas, añadidas en 2011, complementan el conjunto con un diseño ornamentado que incorpora simbología cristiana. Estas cruces latinas, elevadas sobre bases decrecientes de mampostería, presentan espirales en sus brazos y detalles que sugieren influencias de la cruz de Tau o de San Antonio Abad. Este calvario, situado entre la calle Cruces y la Avenida de Andalucía, no solo honra la fe religiosa de la comunidad, sino que también conecta con las tradiciones locales, como la festividad de los “puchericos», el día de San Antón, reforzando la identidad cultural de La Malahá.
En un rincón especial de La Malaja, en Granada, se encuentra el Mirador de La Pucha, un lugar que combina la belleza natural con la historia que parece susurrar entre las piedras. Este mirador, situado sobre lo que en su día fue una antigua alberca árabe, es un espacio mágico donde la memoria del pasado y el encanto del presente se dan la mano.
Hace siglos, en la época de Al-Ándalus, la alberca de «La Pucha» era un elemento esencial para la vida en la zona. Construida con la precisión que caracterizaba a los ingenieros árabes, recogía y distribuía agua para regar los cultivos cercanos. Aunque el tiempo ha dejado su huella en ella, la estructura sigue siendo un recordatorio de una época en la que el agua era más que un recurso: era vida. Hoy, esta antigua alberca se ha convertido en un mirador perfecto para detenerse, respirar y contemplar el entorno.
Desde el mirador, las vistas son simplemente espectaculares. Al mirar al horizonte, puedes perderte entre colinas onduladas, campos de olivos y, si el día está despejado, incluso los picos de Sierra Nevada se asoman a lo lejos. El aire fresco lleva consigo el aroma de plantas silvestres como el tomillo y el romero, y el sonido del viento entre los árboles completa una experiencia sensorial que difícilmente se olvida.
Las Salinas de La Malahá, son unas de las más antiguas de Andalucía ya que su explotación data de tiempos de los fenicios y romanos, quienes ya extraían sus recursos para suministrar sal a poblaciones costeras como Sexi (hoy Almuñécar) y Salobreña, utilizándola principalmente en la elaboración de garum y otros productos relacionados con la conservación del pescado.
Estas salinas contaban con un amplio equipamiento, que incluía 97 albercas, 7 calentadores, un almacén conocido como Alfolí (del siglo XII), una noria en el torreón, torres de vigilancia, la denominada Casa Grande y viviendas para los trabajadores. Todo esto abarcaba más de tres hectáreas de terreno.
El agua salada utilizada en el proceso proviene de tres manantiales subterráneos y uno externo, conocido como «El Charcón». La recolección de sal se realiza en los meses de verano en áreas conocidas como las Salinas Altas y las Salinas Bajas o Salinillas, donde actualmente se encuentra un nuevo almacén.
Hoy en día, las Salinas de La Malahá siguen operativas bajo una gestión privada. No obstante, el puente y el torreón pertenecen al municipio y están en proceso de restauración para su conservación y su promoción como parte del patrimonio histórico.